Vista de una calle del barrio de Montmartre en París

Planes diferentes en París: una guía de joyas escondidas

Descubre la faceta más oculta de la Ciudad de las Luces
Anna Rivero

Aléjate de los caminos más trillados y descubre planes insólitos y joyas ocultas en París. La guía perfecta para quienes quieren ir más allá de las atracciones turísticas y descubrir un París diferente.

Sal de los caminos trillados con nuestra guía de cosas insólitas y joyas ocultas de París, ¡perfecta para el viajero único!

Si ya has estado en París, seguro que has visitado la Torre Eiffel, te has paseado por el Louvre y has visto el Arco del Triunfo. Aunque ya has visto muchas de las principales atracciones turísticas, la capital francesa es mucho más de lo que parece, y muchos de sus atractivos más fascinantes permanecen ocultos a primera vista. El equipo del Paris Pass ha elaborado esta guía de cosas insólitas que hacer en París, para ayudarte a descubrir algunas joyas ocultas.

Arte callejero

Foto: EQRoy / Shutterstock

En París hay arte por todas partes. Dirígete al barrio del Canal Saint Martin para admirar el arte callejero: reserva una visita guiada o simplemente ve a curiosear a tu ritmo por el distrito, parando en un bar o restaurante para comer (¿o tal vez para hacer un picnic junto al canal si el tiempo está bonito?).

Pero en realidad, casi todos los barrios de París cuentan con magníficos murales y arte callejero de todo tipo. Otros lugares favoritos para admirarlos, además del Canal Saint-Martin (distritos 10 y 11), son Belleville (distrito 20) y, más al sur, el distrito 13.

Torre Montparnasse

Visita la Torre Montparnasse para disfrutar de unas espectaculares vistas panorámicas de París. Es la única torre de París. Así es, no hay otros rascacielos altos en la capital francesa que hagan sombra a los magníficos edificios Haussmann; la única excepción es la Torre Montparnasse, que se eleva 60 pisos sobre la ciudad. Por la noche, asómate para contemplar el perfil de la Ciudad de las Luces y entender por qué la llaman así.

Le Comptoir Général

Le Comptoir Général está escondido en una callejuela cerca del Canal St Martin. Abierto día y noche, este restaurante y bar poco convencional es también un espacio para el arte. Distribuido en dos enormes salas con una zona de fumadores conectada, acoge eventos musicales en directo, a menudo con artistas africanos. Es el lugar perfecto para un almuerzo asequible de mezze o una cerveza africana por la noche.

El Louvre de noche

Foto: Vlas Telino studio / Shutterstock

Para vivir una experiencia totalmente sobrecogedora, visita el Louvre tras la puesta de sol, un miércoles o un viernes por la noche, cuando la multitud de turistas se haya disipado. Disfruta de un paseo mucho más tranquilo y sosegado por el museo y contempla la Mona Lisa en todo su esplendor. El museo se transforma por la noche con la actuación de violonchelistas y violinistas en algunas de sus salas.

La Petite Ceinture

Hoy cubierta de vegetación y arbustos, la Petite Ceinture (o Pequeño Cinturón) fue en su día una vía de trenes en funcionamiento. Construida entre 1852 y 1869, transportaba personas y mercancías por la ciudad. Este ferrocarril circular unos 30 kilómetros fue abandonado en 1934, pero ahora hay tramos restaurados como parque y abiertos al público para explorar. Tómate una tarde para pasear a lo largo de la vía férrea y admirar las numerosas especies de plantas y flores silvestres que crecen por allí.

Museo de Montmartre

Escondido entre las casas se encuentra el Musée de Montmartre: un pequeño museo que explora la historia del barrio y su transformación de tranquilo pueblo agricultor a bohemia urbana. Otra sorpresa: ¡hay un viñedo allí mismo!

El Museo del Alcantarillado de París

El Museo del Alcantarillado de París ofrece visitas guiadas a las redes de alcantarillado y a sus 700 años de historia. Además de a los aficionados a la historia y a la ingeniería, atraerá a los fans de Los Miserables.

Belleville

Foto: Joao Paulo V Tinoco / Shutterstock

Si quieres evitar las multitudes de turistas, visita Belleville. Este barrio es popular entre los artistas locales y está repleto de familias jovenes y de muchos lugares del mundo. En esta zona llena de cultura también hay una gran variedad de restaurantes (como sus habitantes, de comida de todo el mundo). El parque de Belleville, en el centro del barrio, tiene una vista espectacular de la ciudad, y es un lugar perfecto para hacer un picnic un día de calor.

Ruinas romanas

Las ruinas romanas se encuentran esparcidas por toda la ciudad: hay termas, un coliseo, y secciones de murallas y pilares para explorar. Dirígete a Arènes de Lutèce, en el Barrio Latino, para ver los restos de un anfiteatro en el que se sentaron más de 15,000 romanos.

El río Marne

Foto: Delpixel / Shutterstock

Si ya has disfrutado de un recorrido por el Sena, considera la posibilidad de ir más lejos y visitar el Marne, uno de los principales afluentes del Sena, en las afueras de París. Renta un barquito o apúntate a un tour guiado; también se puede caminar o pedalear a lo largo de su rivera, donde encontrarás encantadores “guinguettes”, tabernas a lo largo del río que se popularizaron a finales del siglo XIX con la construcción de los ferrocarriles y el auge del ocio de la clase media.

Tombées du Camion

Esta extraña y maravillosa tienda se encuentra escondida en una de las muchas callejuelas de París. Tombées du Camion significa “caído de la parte trasera de un camión” y esta tienda está repleta de una ecléctica mezcla de objetos recogidos por un diseñador de interiores en fábricas abandonadas de toda Francia. ¡Una cueva de Alí Babá!

La Promenade Plantée

Este bello paseo verde se sitúa a lo largo de una línea de ferrocarril elevada y abandonada. Recorre sus tres kilómetros admirando la gran variedad de plantas y árboles que lo bordean. Es una oportunidad para escapar de los confines de la ciudad por un día y tal vez disfrutar de un picnic con los amigos.

Cementerio de Montmartre

Foto: HUANG Zheng / Shutterstock

Situado en el distrito de Montmartre, este recóndito cementerio data de 1825. En él descansan muchos artistas famosos, como Dumas, Degas y Larousse (el de la enciclopedia). Date una vuelta y pasea con los gatos callejeros que deambulan por el cementerio. Tal vez tengas la suerte de encontrarte con algún fantasma ilustre.

Búnker de la II Guerra Mundial

Explora uno de los búnkeres supervivientes de la Segunda Guerra Mundial, situado justo a un lado de la concurrida estación de tren Gare de l'Est. El búnker, un testimonio de aquellos tiempos oscuros, está cuidadosamente conservado y abierto al público para visitar.

59 Rivoli

Visita 59 Rivoli para descubrir el espacio de arte colectivo que ahora alberga 30 estudios de artistas, exposiciones y una sala para conciertos. El edificio, de la época de Haussmann, fue una casa ocupada por artistas a mediados del siglo XIX, pero se ha revitalizado como un espacio artístico de moda. Los sábados y domingos hay conciertos gratuitos por la noche. Todo ello en el corazón de una de las calles comerciales más concurridas de París.

El Museo de la Magia

Ve al Museo de Magia para echar un vistazo a la extraña colección de artefactos mágicos, ilusiones ópticas y espejos de feria que contiene. Aunque se encuentra en el céntrico barrio del Marais, es una buena alternativa a las atracciones turísticas más concurridas.

El apartamento secreto de Gustave Eiffel

Explore el apartamento secreto escondido en la tercera planta de la Torre Eiffel. Es lujoso pero acogedor, pensado para que la élite científica discutiera nuevos proyectos y mirara desde arriba al resto de París. ¡Hasta la Torre Eiffel tiene sus propios secretos!

Las catacumbas de París

Adéntrate en las profundidades de París y descubre las tenebrosas catacumbas. Las tumbas están ocultas bajo tierra y se dice que albergan los restos de hasta ¡6 millones de personas! Todo un París completo descansa allí. Solo para valientes.

Clases de cocina

Disfruta de una clase de cocina y aprende algunos trucos del oficio. Si te encanta la comida francesa, ésta es la actividad perfecta para ti para cuando tengas una o dos horas libres. Hay muchos restaurantes y escuelas culinarias donde reservar las clases por toda la ciudad (muchas de ellas impartidas en inglés, por si tu francés todavía no es perfecto).

Visita Provins

Foto: Kiev.Victor / Shutterstock

Si tienes tiempo y te apetece una excursión de un día, pero ya has estado en Versalles, visita Provins, patrimonio mundial de la UNESCO. Esta pequeña ciudad medieval fortificada se encuentra a sólo una hora de París y desempeñó un papel clave en el desarrollo del comercio. Prepara un picnic y busca un lugar con pasto y árboles para disfrutar de las vistas.

Esperamos que esta lista te inspire para descubrir algunas de las cosas más insólitas que hacer en París. No olvides consultar las atracciones asociadas con el Paris Pass, nuestro pase turístico que te permitirá ahorrar tiempo y dinero en atracciones grandes y pequeñas. ¡Buen viaje!

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¿Qué hacer 3 días en París?

Tres días en París parece poco tiempo, pero con un poco de organización (y el Paris Pass), podrás aprovechar el tiempo al máximo y darte una buena idea de la belleza y espíritu de esta ciudad. ¡Prepárate para gozar! (Y ruega a los cielos que no te llueva mucho.) Si eres de los que no te quieres perder nada, el Paris Pass puede ser tu solución perfecta: se trata de un pase único que te da acceso a muchísimas actividades diferentes, como una subida guiada a la Torre Eiffel, un taller de perfumería, o una amplia gama de tours guiados. De hecho, el problema es que hay demasiado para escoger. Pero con este artículo intentaremos ayudarte a diseñar un posible itinerario que luego tú puedes modificar a tu gusto. Antes de seguir leyendo, una advertencia importante: las principales atracciones de París (la torre Eiffel, el Louvre, Notre Dame, etc.) son algunos de los monumentos más visitados DEL MUNDO. Si quieres conocer estos lugares con un guía (algo que recomendamos encarecidamente), o incluso nada más si quieres visitarlos por tu cuenta ¡haz tu reservación con tiempo! (Y ten paciencia con las filas.) Día 1: El Triángulo de Oro en autobús Nada te hará sentir que has llegado a París tanto como sentarte en la terraza de un café por la mañana, cuando la ciudad empieza a desperezarse. Así que para empezar con buen pie tu aventura parisina, lo primerísimo que tienes que hacer es escoger una cafetería —cualquiera, la más cercana a tu hotel, por ejemplo; o ve al Café Louise en St Germain (donde el precio del desayuno está incluido en tu Paris Pass). Toma tu café con leche y tu croissant crujiente y respira profundamente. ¡Ya has llegado! Las terrazas son parte integral de la vida parisina, y en los últimos años los propietarios han intentado incluso que sean declaradas Patrimonio de la Humanidad. Si fuiste al café Louis, puedes caminar al Museo de Orsay para tomar el Big Bus, pero antes tal vez te dé tiempo a hacer un tour guiado por el barrio Saint-Germain-des-Prés. Déjate llevar por la ruta del autobús que pasa por algunas de las calles principales más bonitas de la ciudad, y aprende con las narraciones que animan el recorrido. El Big Bus es un “hop-on hop-off”, es decir, que puedes hacer paradas en los lugares y monumentos que quieras y luego subirte al siguiente autobús. Sugerimos hacer una parada en los jardines del Palais-Royal, construido en el siglo XVI. Este jardín es el centro neurálgico de París, y es de muy fácil acceso. Limita por un lado con el Museo del Louvre y por el otro con la Plaza de la Concordia. Del palacio a la Plaza de la Concordia, la mayor plaza de París, puedes ir caminando. En su centro se encuentra un obelisco egipcio de 3,300 años de antigüedad, un regalo que Egipto hizo a Francia en 1836 como muestra de agradecimiento por los servicios de Champollion, la primera persona que logró desentrañar el misterio de los jeroglíficos. Desde aquí, sube por la avenida más famosa del mundo: los Campos Elíseos, por supuesto. Lleva a otro punto emblemático de París: el Arco del Triunfo, que Napoleón I decidió construir tras la batalla de Austerlitz para honrar a los soldados franceses. Se puede subir a su cima, que ofrece una vista de 360o de la ciudad. Después, antes de que se termine el día, haz tu visita a la Torre Eiffel (como estás leyendo este artículo, ya tendrás tu reservación hecha desde hace días). ¡No puedes irte sin verla de cerca y subir a su mirador! La Torre permanece abierta para visitarla hasta casi la medianoche (y por la noche siempre hay menos gente que por el día). Después del recorrido, y si el tiempo lo permite, échate un descanso en los Campos de Marte, o incluso un picnic con una copa de vino (y así ya has cenado). Día 2: El Sena en barco Como Moscú, Londres o Berlín, París tiene su gran río que la atraviesa y la divide, y sus puentes que unen las dos riberas y que se han convertido en símbolos de la ciudad. Tema y material de escritores, pintores y músicos, el Sena es un río que enciende la imaginación a cualquiera que lo recorre o que pasea por sus innumerables muelles y puentes. Para tu segundo día en París, te proponemos como tema central un recorrido por este mítico río. Haz tu reserva para un tour de una hora en barco que te dará una magnífica perspectiva de la ciudad desde el agua (y podrás descansar de la paliza que te diste ayer subiendo todas esas escaleras y pateando las calles de París). Podrás admirar de cerca los grandes puentes del Sena, como el Mirabeau, el Puente de las Artes, o el majestuoso Puente Alejandro III, que domina la Plaza de la Concordia. Los cinéfilos se podrán tomarse una foto en el Puente de Bir-Hakeim, donde tiene lugar una escena de la película Inception del director Christopher Nolan. Después de comer, aprovecha para hacer una visita a alguno de los grandes íconos de París, ya sea Notre Dame o el Museo del Louvre, que te llevará un par de horas (o más). Si lo prefieres, también podrías hacer un tour guiado del Barrio Latino. Oh, y para comer, toma nota: el Paris Pass tiene varias opciones que incluyen comida o degustaciones de vino o queso —una gran manera de ahorrar y al mismo tiempo tener una experiencia diferente. Termina tu segundo día en la capital francesa cenando en un buen restaurante, y, si todavía tienes energía y quieres sentir la vida nocturna de la ciudad, consulta nuestro artículo sobre los mejores bares de París. Día 3: Montmartre y los muelles del Sena El nombre de Montmartre evoca por sí solo imágenes de poetas, pintores y personajes de la bohemia tomando absenta en cafés ubicados sobre calles estrechas, empinadas y adoquinadas. ¿O no? Sea como sea, este mítico barrio de la capital francesa se puede recorrer de diferentes maneras (entre ellas, un tour guiado a pie es una de las mejores), pero, sin duda, el monumento que no debes perderte es la basílica del Sacré-Cœur, construida entre 1875 y 1923 en lo alto de la colina. Desde su plaza frontal, tendrás una vista inmejorable de la ciudad. A continuación, recorre las callejuelas y escalinatas de la Butte Montmartre, pasando por la Place du Tertre y sus pintores... pero si buscas un lugar menos turístico y más tranquilo, la rue des Trois-Frères es el sitio indicado para detenerse a comer o tomar algo. La plaza des Abbesses también es muy agradable. Una pequeña anécdota: ¡Abbesses es la estación de metro más profunda de la red parisina! Los andenes están a 36 metros de profundidad. Si te queda algo de tiempo, baja por la Butte en dirección a Pigalle, para admirar el resplandor nocturno de las luces del Moulin Rouge y, por qué no, asistir a un espectáculo. Pero si el cabaret no es lo tuyo, te recomendamos regresar al río y pasear por los muelles adoquinados del Sena, un punto de referencia para los noctámbulos de la capital (sobre todo durante la primavera y el verano, claro). Los más animados son los muelles de Saint-Michel, así como los de Jussieu (punto de encuentro de los estudiantes de las universidades de los alrededores). El muelle Branly, a los pies de la Torre Eiffel, también es una gran opción. Baja por las estrechas escaleras, y encontrarás bares de moda, pequeños restaurantes y, en verano, música en directo. En resumen... Como ves, con el Paris Pass es muy fácil armar un itinerario para pasar tres intensos días en París. Como algunas de las actividades incluyen desayunos, comidas o degustaciones de vino y champagne, también podrás ahorrar en ese aspecto del viaje. Ojo: el Paris Pass de tres días no incluye la entrada al Louvre y otros museos de París. Si quieres visitar muchos museos, tal vez te convenga el pase de 4 días, aunque solo te quedes tres. Saca la calculadora, tu cuaderno de notas, y haz la cuenta para ver cómo te puede funcionar. Ahora sí: Bon voyage !
Anna Rivero
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Datos curiosos sobre Salvador Dalí

Salvador Dalí es mucho más que su bigote. Con una vida tan surrealista y original como sus pinturas, los datos curiosos y sorprendentes sobre este gran pintor catalán son abundantes. Aquí hemos reunido sólo algunos para que los leas antes de visitar la exposición Dalí París en Montmartre y sorprendas a tus acompañantes con tu “extensa cultura”. Dalí colaboró una vez en una película de animación experimental con Walt Disney El cortometraje Destino de Salvador Dalí y Walt Disney salió a la luz recientemente, en 2003, 58 años después de su creación. El primer guion gráfico se realizó en 1945, pero la Segunda Guerra Mundial pasó factura a Disney, por lo que su producción se interrumpió hasta 1999, cuando Roy E. Disney, sobrino de Walt Disney, lo desenterró. Combinando el surrealismo de Dalí con el mito del dios del tiempo Chronos, representa una historia de amor entre el dios y una mujer llamada Dahlia. Dalí creía que era la reencarnación de su hermano, también llamado Salvador Nueve meses antes de que Dalí naciera, su hermano mayor Salvador falleció de una infección estomacal. Sus padres bautizaron a Dalí con su nombre y, debido a su inquietante parecido, le dijeron a los cinco años, junto a la tumba de su hermano, que él era su reencarnación. Estas ideas de reencarnación y referencias a su hermano mayor impregnan las obras de Dalí, lo que sugiere que esta idea tuvo un gran impacto psicológico en él. Para evitar pagar las facturas de los restaurantes, Dalí dibujaba en el reverso de los cheques Dalí no era de los que comían y bebían y se iban sin pagar en los restaurantes, pero tenía un pequeño truco que le solía ahorrar la cuenta. Después de organizar cenas extravagantes para él y sus amigos, extendía un cheque y garabateaba un dibujo en su reverso. Como nadie quería dejar pasar la oportunidad de poseer un original de Dalí, la mayoría de las veces los restaurantes no cobraban los cheques. Dalí no hacía remilgos con el arte comercial Dalí era práctico a la hora de crear arte, y utilizaba su talento para crear piezas comerciales para grandes marcas y por mucho dinero, así como para promocionar él mismo productos en anuncios. Sus compañeros artistas le consideraban un vendido y André Breton creó un anagrama con su nombre que se traduce en "Avida Dollars" (ávido de dólares). Algunos de sus logros comerciales más notables son el logotipo de Chupachups (que todavía sigue en uso), el poster para Eurovisión 1969, y una línea de joyería. También apareció en anuncios de marcas como Alka Seltzer. Por supuesto, también sus mascotas eran diferentes Un perro o un gato o un pajarito no eran suficientemente divertidos para Salvador Dalí. Él tenía un ocelote llamado Babou, al que llevaba con una correa y un collar de tachuelas a reuniones sociales y restaurantes. El artista decía que se lo había regalado el jefe de estado de Colombia. En Manhattan, Dalí llevó a Babou a un restaurante donde un cliente se asustó, y él le tranquilizó explicándole que su ocelote era en realidad un gato común y corriente que él había pintado, como una pieza de op-art. Si eres fan de la sitcom animada Archer, te sonará de algo este gato. Es la mascota de Cheryl Tunt, uno de los personajes principales de la serie. Dalí y sus travesuras surrealistas Desde llegar a una conferencia vestido con una escafandra de buceador (de la que alguien tuvo que sacarle con una llave inglesa cuando estuvo a punto de asfixiarse) hasta manejar un Rolls Royce Phantom II lleno de coliflores en un viaje por carretera de España a París, Dalí era famoso por ser tan surrealista como sus obras. También llegó a obsesionarse con Hitler, llegando incluso a pintar una imagen del dictador masturbándose rodeado de caballos. Lo expulsaron dos veces de la misma escuela de arte Dalí fue expulsado de la misma escuela de arte no sólo una vez, sino dos. Mientras estudiaba en la Academia de San Fernando en Madrid, fue acusado de incitar a una protesta estudiantil cuando el pintor Daniel Vásquez Díaz fue rechazado para una cátedra y expulsado en 1923. Se le permitió volver en 1926, pero de nuevo fue expulsado cuando dijo al tribunal que le evaluaba que ninguno de ellos era lo bastante competente para juzgarle. Dalí y Gala Elena Ivanovna Diakonova, una pintora kazaja más conocida por su apodo Gala, estuva casada con el poeta surrealista Paul Eluard cuando Dalí la conoció en 1929. Diez años más mayor que él, ambos se enamoraron de inmediato. Eluard y Gala eran conocidos por tener un matrimonio abierto, pero ella acabó divorciándose de él por Dalí con quien también tuvo un matrimonio abierto que les duró toda la vida, hasta el fallecimiento de ella en 1982. Dalí fue expulsado del Movimiento Surrealista en 1934 No contento con que le expulsaran de la escuela de Bellas Artes, logró que lo expulsaran del grupo de artistas surrealistas. Su enemistad con André Breton, el líder del movimiento surrealista de la época, así como su glorificación de la Alemania de Hitler y su postura neutral contra Francisco Franco, acabaron provocando su expulsión del grupo, aunque siguió participando en sus exposiciones ocasionalmente. En sus últimos años, Dalí perdió la capacidad de pintar, lo que le sumió en una profunda depresión A los 76 años se le diagnosticó la enfermedad de Parkinson, que le producía el característico temblor constante; esto le impedía sujetar el pincel y pintar. Su mujer Gala mostraba signos de demencia senil, y cuando falleció en 1982, Dalí se sumió en una profunda depresión. Pero aguantó unos años más, hasta 1988, cuando murió escuchando su ópera favorita, Tristán e Isolda de Wagner. ¡Ahorra en las entradas a las principales atracciones de París! La exposición de Dalí es solo una de las muchísimas cosas que querrás hacer cuando viajes a París. La torre Eiffel, el Marais, el Louvre... París te espera con los brazos abiertos, y con The Paris Pass tu viaje será mucho más sencillo de organizar. Sal a descubrir la ciudad más hermosa del mundo, a tu manera y a tu propio ritmo. ¡Cuéntanos cómo te fue! Síguenos en Instagram para obtener la información más actualizada sobre atracciones, además de inspiración para viajes, consejos y promociones especiales.
Anna Rivero

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