París en verano: bares en azoteas, piscinas y parques

Anna Rivero

Los museos y monumentos de París están abiertos el año. Podrás pasear por los Campos Elíseos mientras la nieve cae a tu alrededor, y pararte en el mirador de la Torre Eiffel respirando el aire fresco del otoño. Pero si visitas París este verano, aprovecha para disfrutar de sus bares en azoteas y terrazas, los exuberantes jardines, y por supuesto, las piscinas, que es donde encontrarás a todos los parisinos que no han podido huir de su ciudad este verano.

Así que ¡no olvides meter el traje de baño en la maleta!

El Perchoir Menilmontant

En una calle residencial de Menilmontant, hay una puerta sin marcar con una cuerda de terciopelo detrás. Deslízate por una puerta oculta. Sube siete pisos en el elevador y verás que todo tu esfuerzo ha merecido la pena. Le Perchoir, el bar parisino por excelencia ofrece vistas de 360 grados desde su amplio espacio.

Además de su gran carta de cócteles, este bar tiene unas impresionantes vistas del perfil de París. Siéntate en sus mesas de picnic o relájate en sus cómodos sofás. Recuerda llegar pronto, ya que abre a las 18:00 los días laborables y se suele llenar por la noche.

Cafe de l'Homme

El premio a la mejor vista de la Torre Eiffel podría ser para el Café de l'Homme. Este elegante y moderno restaurante francés y bar en la azotea del Palais de Chaillot encarna la elegancia parisina. Podrás contemplar las vistas de la famosa torre, los jardines y el Campo de Marte desde un nuevo e impresionante mirador al subir las escaleras que conducen a los Jardines del Trocadero, donde se ubica el restaurante. Se trata de un lugar muy frecuentado, así que no olvides reservar.

Terasse de l'hotel Raphael

Agrega un poco de decadencia a tu visita parisina con el lujo de este lugar. El elegante bar de la terraza del hotel Raphael es también la opción perfecta para una cita nocturna. Con vistas al Arco del Triunfo y a la Torre Eiffel, los cuidados setos y la exuberante vegetación transmiten la sensibilidad de un jardín real francés. Prueba el cóctel de autor del local, elaborado con puré de fresa, manzana verde, lima y champán Perrier-Jouët Grand Brut. Una combinación perfecta para disfrutar de las vistas.

Perruche

Tras un largo día recorriendo las tiendas de Printemps, dirígete a la azotea de los grandes almacenes para contemplar la puesta de sol. Aunque es un lugar bullicioso que no ofrece mucho respiro del ajetreo de las calles de abajo, merece la pena visitarlo, y no sólo por su vista panorámica de la ciudad. Aquí se sirven especialidades locales, además de licores, cervezas y vinos, así que no dudes en hacer una parada, aunque sólo sea para tomar una copa de champán antes de encaminarte a tu próximo destino.

Le Georges

Cuando te hayas saciado de arte moderno en el Centro Pompidou, sube por las escaleras mecánicas hasta Le Georges. Este restaurante situado en la sexta planta del Centro ofrece un menú de fusión francesa de moda y una impresionante decoración interior. Se trata de otro lugar muy frecuentado, así que no dudes en reservar, sobre todo si quieres sentarse en el exterior.

Jardín de las Tullerías

No todos los días se puede hacer un picnic en un lugar declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO, y mucho menos pasear entre las estatuas de Rodin y Maillol. Antes de la Revolución Francesa, este parque albergaba el Palacio Real, pero ahora separa el Louvre de la Plaza de la Concordia. Este cuidado jardín francés, orgullo del arquitecto André Le Notre, es el lugar perfecto para disfrutar de un descanso y una bebida fría en los cafés que lo rodean. También está en la ruta turística: el Louvre y el Arco del Triunfo están cerca.

Jardin des Plantes

Este jardín botánico de 75 acres es un remolino floral de rosas, geranios, peonias, y mucho más. Con un zoo, un laberinto y caminos perfectos para pasear entre la mimada vegetación, es una escapada tranquila de la ciudad para aquellos que necesitan un descanso de los ajetreados lugares turísticos. Un punto culminante del 5o arrondissement: añádelo a tu lista cuando visites el Barrio Latino.

Campos de Marte

En homenaje a Marte, dios romano de la guerra, el nombre se inspira en la historia de este espacio verde como antiguo campo de maniobras y marchas del ejército francés. Pero no te preocupes, porque su estética actual es claramente antibélica. Para llegar a la Torre Eiffel, es probable que tengas que atravesar este gigantesco césped, siempre abarrotado de gente. Pero si no puedes con ellos, únete a ellos: instálate aquí y contempla a pocos metros el monumento más famoso de París.

La Basin de la Villette y las “playas de París”

Sí, te lo dijimos, que no olvidaras empacar tu traje de baño. Si no nos creíste, cuando veas las Paris Plages a lo largo del Sena, correrás a comprar uno en el Printemps más cercano. Y es que, desde hace unos 20 años, el ayuntamiento de París transforma zonas de los muelles en verdaderas playas, con arena, tumbonas, chiringuitos, juegos para niños, y en algunos casos, piscinas.

Unas de las más divertidas son las de la Basin de la Villette, un lago artificial construido a principios del siglo XIX. Hoy en día flotan aquí barcazas que ofrecen actividades culturales y de entretenimiento, y en los meses de julio y agosto se arma una de las playas parisinas más populares, porque, lo has adivinado, se puede nadar en cuatro piscinas diseñadas para ello.

Piscina Josephine Baker

La hermosa piscina Josephine Baker es una de las legendarias de París, con una moderna estructura metálica que deja entrar mucha luz y ubicada a un lado del Sena. Anclada junto a la Biblioteca François Mitterrand, en el distrito 13, esta piscina mide 25 metros de largo y 10 de ancho. Y durante el verano, el techo de cristal se repliega para revelar un fabuloso solárium que ofrece unas vistas impresionantes del Sena.

Piscina de la Butte-aux-Cailles

Al sur del Sena, en el distrito 13 de la ciudad, estas piscinas públicas son también una joya arquitectónica de principios del siglo XX, y unas de las dos piscinas de la ciudad declaradas monumentos históricos. El complejo cuenta con áreas para tomar el sol alrededor de tres piscinas, una cubierta y dos descubiertas. Una de ellas es de las pocas de la ciudad que permanecen abiertas en invierno. No, no la cubren. Es para los que gustan de practicar lo que aquí llaman “natación nórdica”. Por si regresas a París en enero y se te antoja una nadada en agua helada, ahora ya sabes dónde ir...

Aquaboulevard Paris

Esta es especialmente buena para los que viajan a París en verano con niños. Aquaboulevard Paris es el parque acuático más grande de la ciudad, con 7 000 metros cuadrados de áreas cubiertas y descubiertas llenas de toboganes, olas, rafting en familia, geiseres, jacuzzis, y, en fin, todo lo que uno espera de un parque acuático urbano, incluyendo palmeras, pero al estilo parisino. Ubicado en el sur de la ciudad, se encuentra muy cerca de la Île Saint-Germain, una isla del Sena en la que hay un extenso parque, por si aún les queda energía que quemar (¡los días de verano son muy largos!).

Ahorra en tus vacaciones veraniegas con el Paris Pass

¿Se nos ha escapado algo? Háznoslo saber en los comentarios. O si buscas más inspiración sobre qué hacer en París este verano, nosotros te podemos ayudar: No olvides consultar las atracciones asociadas con el Paris Pass, nuestro pase turístico que te permitirá ahorrar tiempo y dinero en las entradas a museos, monumentos, tours guiados, experiencias gastronómicas, paseos en barco o en autobús, y mucho, mucho más.

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Datos curiosos sobre Salvador Dalí

Salvador Dalí es mucho más que su bigote. Con una vida tan surrealista y original como sus pinturas, los datos curiosos y sorprendentes sobre este gran pintor catalán son abundantes. Aquí hemos reunido sólo algunos para que los leas antes de visitar la exposición Dalí París en Montmartre y sorprendas a tus acompañantes con tu “extensa cultura”. Dalí colaboró una vez en una película de animación experimental con Walt Disney El cortometraje Destino de Salvador Dalí y Walt Disney salió a la luz recientemente, en 2003, 58 años después de su creación. El primer guion gráfico se realizó en 1945, pero la Segunda Guerra Mundial pasó factura a Disney, por lo que su producción se interrumpió hasta 1999, cuando Roy E. Disney, sobrino de Walt Disney, lo desenterró. Combinando el surrealismo de Dalí con el mito del dios del tiempo Chronos, representa una historia de amor entre el dios y una mujer llamada Dahlia. Dalí creía que era la reencarnación de su hermano, también llamado Salvador Nueve meses antes de que Dalí naciera, su hermano mayor Salvador falleció de una infección estomacal. Sus padres bautizaron a Dalí con su nombre y, debido a su inquietante parecido, le dijeron a los cinco años, junto a la tumba de su hermano, que él era su reencarnación. Estas ideas de reencarnación y referencias a su hermano mayor impregnan las obras de Dalí, lo que sugiere que esta idea tuvo un gran impacto psicológico en él. Para evitar pagar las facturas de los restaurantes, Dalí dibujaba en el reverso de los cheques Dalí no era de los que comían y bebían y se iban sin pagar en los restaurantes, pero tenía un pequeño truco que le solía ahorrar la cuenta. Después de organizar cenas extravagantes para él y sus amigos, extendía un cheque y garabateaba un dibujo en su reverso. Como nadie quería dejar pasar la oportunidad de poseer un original de Dalí, la mayoría de las veces los restaurantes no cobraban los cheques. Dalí no hacía remilgos con el arte comercial Dalí era práctico a la hora de crear arte, y utilizaba su talento para crear piezas comerciales para grandes marcas y por mucho dinero, así como para promocionar él mismo productos en anuncios. Sus compañeros artistas le consideraban un vendido y André Breton creó un anagrama con su nombre que se traduce en "Avida Dollars" (ávido de dólares). Algunos de sus logros comerciales más notables son el logotipo de Chupachups (que todavía sigue en uso), el poster para Eurovisión 1969, y una línea de joyería. También apareció en anuncios de marcas como Alka Seltzer. Por supuesto, también sus mascotas eran diferentes Un perro o un gato o un pajarito no eran suficientemente divertidos para Salvador Dalí. Él tenía un ocelote llamado Babou, al que llevaba con una correa y un collar de tachuelas a reuniones sociales y restaurantes. El artista decía que se lo había regalado el jefe de estado de Colombia. En Manhattan, Dalí llevó a Babou a un restaurante donde un cliente se asustó, y él le tranquilizó explicándole que su ocelote era en realidad un gato común y corriente que él había pintado, como una pieza de op-art. Si eres fan de la sitcom animada Archer, te sonará de algo este gato. Es la mascota de Cheryl Tunt, uno de los personajes principales de la serie. Dalí y sus travesuras surrealistas Desde llegar a una conferencia vestido con una escafandra de buceador (de la que alguien tuvo que sacarle con una llave inglesa cuando estuvo a punto de asfixiarse) hasta manejar un Rolls Royce Phantom II lleno de coliflores en un viaje por carretera de España a París, Dalí era famoso por ser tan surrealista como sus obras. También llegó a obsesionarse con Hitler, llegando incluso a pintar una imagen del dictador masturbándose rodeado de caballos. Lo expulsaron dos veces de la misma escuela de arte Dalí fue expulsado de la misma escuela de arte no sólo una vez, sino dos. Mientras estudiaba en la Academia de San Fernando en Madrid, fue acusado de incitar a una protesta estudiantil cuando el pintor Daniel Vásquez Díaz fue rechazado para una cátedra y expulsado en 1923. Se le permitió volver en 1926, pero de nuevo fue expulsado cuando dijo al tribunal que le evaluaba que ninguno de ellos era lo bastante competente para juzgarle. Dalí y Gala Elena Ivanovna Diakonova, una pintora kazaja más conocida por su apodo Gala, estuva casada con el poeta surrealista Paul Eluard cuando Dalí la conoció en 1929. Diez años más mayor que él, ambos se enamoraron de inmediato. Eluard y Gala eran conocidos por tener un matrimonio abierto, pero ella acabó divorciándose de él por Dalí con quien también tuvo un matrimonio abierto que les duró toda la vida, hasta el fallecimiento de ella en 1982. Dalí fue expulsado del Movimiento Surrealista en 1934 No contento con que le expulsaran de la escuela de Bellas Artes, logró que lo expulsaran del grupo de artistas surrealistas. Su enemistad con André Breton, el líder del movimiento surrealista de la época, así como su glorificación de la Alemania de Hitler y su postura neutral contra Francisco Franco, acabaron provocando su expulsión del grupo, aunque siguió participando en sus exposiciones ocasionalmente. En sus últimos años, Dalí perdió la capacidad de pintar, lo que le sumió en una profunda depresión A los 76 años se le diagnosticó la enfermedad de Parkinson, que le producía el característico temblor constante; esto le impedía sujetar el pincel y pintar. Su mujer Gala mostraba signos de demencia senil, y cuando falleció en 1982, Dalí se sumió en una profunda depresión. Pero aguantó unos años más, hasta 1988, cuando murió escuchando su ópera favorita, Tristán e Isolda de Wagner. ¡Ahorra en las entradas a las principales atracciones de París! La exposición de Dalí es solo una de las muchísimas cosas que querrás hacer cuando viajes a París. La torre Eiffel, el Marais, el Louvre... París te espera con los brazos abiertos, y con The Paris Pass tu viaje será mucho más sencillo de organizar. Sal a descubrir la ciudad más hermosa del mundo, a tu manera y a tu propio ritmo. ¡Cuéntanos cómo te fue! Síguenos en Instagram para obtener la información más actualizada sobre atracciones, además de inspiración para viajes, consejos y promociones especiales.
Anna Rivero
Mujeres mirando un plano en la plaza de Notre Dame de París. Trampas para turistas a evitar en París.
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Trampas para turistas en París

Sí, sabemos que vas a querer ver la Torre Eiffel y el Louvre cuando visites París, y no se nos ocurriría intentar disuadirte. Aunque hay que tener en cuenta que, por norma general, las probabilidades de caer en una trampa para turistas aumentan como la espuma cuanto más cerca estés de un monumento importante. Pero no te preocupes, hay muchas formas de disfrutar de París y al mismo tiempo evitar contratiempos como la mala comida, los souvenirs demasiado caros y las estafas callejeras. A continuación, te contamos todo lo que necesitas saber para no cometer los errores más típicos en París. Trampas para turistas en las principales atracciones de París La mayoría de turistas que viajan a París tienen en mente dos o tres visitas imprescindibles. Y ese trío de ensueño suele incluir al menos la Torre Eiffel y la Mona Lisa. Ten en cuenta que alrededor de 20 millones de turistas visitan París cada año y que solo hay 365 días al año... las cuentas son claras. Y los resultados son muy elevados. Por supuesto, entendemos perfectamente que quieras subir a la cima de la Torre Eiffel y contemplar en vivo la sonrisa más famosa del mundo en el Museo del Louvre. Tan solo queremos advertirte de que las esperas serán largas y tediosas (a no ser que te gastes buena parte de tu presupuesto en comprar entradas sin esperas). Ten en cuenta también que lo más probable es que acabes contemplando la obra maestra de da Vinci entre un mar de cabezas, cámaras y teléfonos (pero no te preocupes, hay vida más allá de La Gioconda en el Louvre si te gustan el arte y la historia). Si prefieres contemplar París a vista de pájaro con la Torre Eiffel en el centro de la escena y sin tantas aglomeraciones, tienes varias alternativas. Puedes disfrutar de unas vistas estupendas de la Torre Eiffel y del resto de París desde los miradores de la Torre Montparnasse y del Arco del Triunfo. O subir a bordo del simpático trenecito de Montmartre. Sí, es cierto que el barrio de Montmartre es una especie de parque de atracciones para turistas, pero aún conserva su encanto bohemio y las increíbles vistas panorámicas desde las escaleras de la Basílica del Sacré-Cœur son gratis. Y si quieres disfrutar del arte con algo menos de aglomeraciones, también puedes optar por galerías y museos parisinos más pequeños (pero no por ello menos interesantes), como el Museo de la Orangerie, el Museo Guimet de Artes Asiáticas o el Centro Pompidou. Hay montones de museos en París más allá del Louvre y el Orsay. ¡No te los pierdas! ¿Qué más puedes hacer para evitar en la medida de lo posible las hordas de turistas en París? Descubre los recorridos a pie más interesantes de la ciudad por zonas algo menos transitadas: el arte callejero de Belleville, los secretos de Montparnasse, los escándalos y cotilleos del cementerio de Père Lachaise (lugar de descanso de Oscar Wilde, Édith Piaf, Jim Morrison, etc.). Otra opción divertida es alquilar una bicicleta Vélib para explorar la ciudad a tu ritmo. Y, por supuesto, explorar los excelentes mercados gastronómicos de París y dedicar tiempo a pasear por barrios que aún conservan su autenticidad, como el precioso Le Marais y el animado Canal Saint-Martin. Trampas gastronómicas para turistas en París No debería ser posible comer mal en París, pero por desgracia en la Ciudad de la Luz abundan las trampas para turistas disfrazadas de restaurantes típicos. Trata de evitar estos lugares en los que probablemente pagarás de más y solo conseguirás almuerzos mediocres y cenas decepcionantes. Pero ¿cómo detectar estas trampas que se escudan en la cultura gastronómica francesa? Hay algunas señales reveladoras ante las que huir a toda velocidad, y suelen incluir una o más de las siguientes: Si el personal del restaurante sale a la calle para persuadirte de que entres a comer, desconfía. Si tienen que salir a cazar a la clientela... mala señal. Carteles (en inglés) que reivindican tener "los mejores escargots/crepes/ancas de rana de la ciudad". Probablemente no sean los mejores, aunque probablemente te los cobrarán como si lo fueran. Huye mientras puedas. De hecho, si todas las cartas están en inglés o llevan fotos... no hay duda, es una trampa. Corre y no mires atrás. Si los carteles y los reclamos publicitarios se basan en estereotipos franceses: boinas, camisetas de rayas, baguettes... Ignóralos y sigue caminando. Consulta Tripadvisor y las guías locales para obtener recomendaciones. Y ten en cuenta también que las gangas no existen en París, de modo que si ves anunciada una "auténtica comida francesa de tres platos" por 20 € es probable la calidad deje bastante que desear. Una vez más, conviene recordar la regla no escrita de que cuanto más lejos estés de una atracción turística importante, mejores y más auténticos serán los restaurantes. ¡Ah! y ten en cuenta que, en los excelentes mercados gastronómicos de París, puedes olvidarte de desconfiar de los negocios que aseguren tener los mejores productos de su región, porque en ese caso es más que probable que sea cierto. De hecho, te recomendamos vivamente que te dejes llevar por el olfato y compres todo lo que llame tu atención. Y, ya con el botín, te dirijas a la orilla del Sena o a cualquiera de los estupendos parques de París para disfrutar de un agradable picnic con vistas (comprobarás que también es uno de los planes favoritos de la población local). Trampas para turistas en las tiendas de souvenirs Aunque la tentación de comprar réplicas de la Torre Eiffel y del Arco de Triunfo en las tiendas de las inmediaciones puede resultar tan difícil de resistir como la de probar unos (carísimos) macarons Ladurée, lo más probable es que en esas tiendas pagues de más. Encontrarás montones de tiendas que venden este tipo de souvenirs típicos por las calles de París (en la Rue de la Huchette, en el Barrio Latino; en la Rue de Rivoli, junto al Louvre; en Montmartre, por todas partes), pero si lo que buscas son imanes para la nevera de la Mona Lisa o tazas con el lema "I ❤️ Sacré-Cœur", los encontrarás a precios más asequibles en las tiendas libres de impuestos del aeropuerto al final de tu viaje. Nuestra recomendación es que optes por souvenirs menos típicos y más especiales. Echa un vistazo, por ejemplo, a las tiendas de los museos y las galerías de arte, como la boutique del Museo Picasso en Le Marais, donde las tote bags, los cojines cubistas y los grabados de Picasso están a la orden del día. También puedes darte una vuelta por la legendaria librería Shakespeare and Company, en la orilla izquierda del Sena, y llevarte una preciosa novela de época con el famoso logotipo de la librería estampado en la solapa. Visita también los preciosos pasajes comerciales del siglo XIX de París en busca de antigüedades, moda vintage, chocolate artesano y excelentes vinos franceses. Si buscas más ideas para llevarte recuerdos únicos de tu viaje a París, consulta nuestras recomendaciones para comprar recuerdos parisinos. Estafas y timos habituales en París París es una ciudad muy segura para turistas, pero, como en cualquier ciudad grande, conviene mantenerse alerta ante posibles timos y estafas. No es de extrañar que la mayoría de los intentos de robo se produzcan en las inmediaciones de lugares tan emblemáticos como el Louvre, Notre Dame o la Torre Eiffel. ¿Por qué? Porque las grandes aglomeraciones facilitan el acercamiento y la huida de carteristas, que probablemente desaparecerán antes de que te des cuenta de que se han llevado tu cartera o tu teléfono. Desconfía también de cualquiera que se te acerque para pedirte indicaciones, se tropiece "accidentalmente" contigo o te ofrezca baratijas "a precio de ganga". En otras palabras, permitir que una persona desconocida se te acerque demasiado en una zona turística atestada de gente no es lo más recomendable. Por supuesto, también puede tratarse de algo sincero e inocente, pero merece la pena mantenerse alerta para evitar cometer errores que te cueste un susto, sobre todo en las zonas más turísticas de París. Si quieres saber más, consulta nuestra completa guía sobre seguridad en París. 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Maria Ermitas Barrasa Rodriguez

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