Viajar a París siempre es una gran idea. Y lo será aún más si consigues salirte del camino más transitado... ¿Quieres descubrir el París más auténtico? Perfecto, porque vamos a contarte todo lo que necesitas saber para descubrir la vida parisina de verdad, la de sus habitantes, más allá de las rutas turísticas de siempre.

Por supuesto, los principales monumentos y museos de la ciudad son paradas imprescindibles que no debes perderte, pero te contamos también cómo ir más allá para disfrutar de París como si llevaras en ella toda la vida... o casi. On-y va!

 

Más allá de la temporada alta: el mejor momento para visitar París

Vistas de París y Torre Eiffel. Guía del París más auténtico.

En función de la estación y la época del año, París te mostrará una faceta diferente. ¡Todas ellas fascinantes! En primavera, los parques y los bulevares arbolados se visten de gala, y los días son cada vez más soleados... pero no te confíes, la lluvia siempre está al acecho y el tiempo puede ser cambiante. En verano, llegan oleadas de turistas mientras la población local se va de vacaciones. El calor puede ser sofocante, pero las terrazas se llenan y el vino rosado bien frío es la estrella. En otoño, las tonalidades rojizas y anaranjadas de los árboles consiguen lo que parecía imposible: volver aún más romántica esta hermosa ciudad, eso sí, los días se vuelven cada vez más frescos y hay que empezar a pensar en abrigarse bien. Y el invierno es a la vez la estación más festiva y la más fría. La iluminación de las calles y los mercados navideños alegran el ambiente y siempre puedes combatir el frío con un vino caliente especiado.

En definitiva, cualquier momento es bueno para visitar esta maravillosa ciudad. Solo tienes que decidir qué faceta de París te gusta más, la Ciudad de la Luz tiene encantos de sobra para fascinarte a lo largo de todo el año.

 

Más allá del autobús turístico: cómo moverse en París

Metro de París. Cómo moverse en París.

El metro de París es uno de los más densos del mundo, ¡con más de 300 estaciones! Nunca estarás lejos de una estación de metro. La red de metro consta de 14 líneas, cada una de las cuales aparece en el mapa con un color diferente, por lo que orientarse no debería ser demasiado complicado.

En cuanto a los billetes de metro, tienes varias opciones, hay abonos semanales, tarjetas de día, tacos de 10 billetes y billetes individuales. Ten en cuenta que la red de metro se divide también en zonas, por lo que dependiendo de cuánto quieras alejarte del centro deberás comprar un billete u otro. En función del tiempo que dure tu visita a París y de lo que pienses usar el transporte público durante tu estancia, te vendrá mejor una u otra opción. 

Si decides usar otros medios de transporte público en París, ten en cuenta que los billetes de metro también te servirán en el autobús y en el tranvía. Para el tren de cercanías (RER), sin embargo, el billete y la tarifa suelen ser diferentes. No necesitarás usar el RER durante tu visita turística al centro de París, pero sí tendrás que tomar un tren de cercanías para llegar al Palacio de Versalles o a Disneyland París, por ejemplo.

El metro es, sin duda, la opción más popular para moverse por París, por su rapidez y su comodidad, pero si realmente quieres lanzarte al modo de vida parisino, no puedes irte de la ciudad sin probar las bicicletas del servicio de bicicletas públicas de París: vélib'. Las hay de dos tipos: bicicletas tradicionales (verdes) y bicicletas eléctricas (azules). Son muy fáciles de usar, las tomas en los terminales (hay muchos por toda la ciudad) y puedes pagar directamente con tu tarjeta de crédito, o suscribirte gratuitamente en la aplicación y pagar por un pase de 24 horas, o de tres días.

 

Más allá de Notre Dame y la Torre Eiffel: barrios de París que no deberías perderte

Calles de París. Cosas que ver en París.

Algunas de las zonas con más encanto de París están fuera de las rutas turísticas más frecuentadas. Por supuesto, en tu visita a París, no deberías perderte monumentos tan imprescindibles como la Torre Eiffel, el Arco del Triunfo o Notre Dame. Pero, si además quieres descubrir la auténtica vida parisina, pásate por las siguientes zonas:

Canal Saint-Martin

Situado en el distrito 10, el Canal Saint-Martin une el Bassin de la Villette con el Sena. Las orillas de este bonito canal están salpicadas de bares y restaurantes de todo tipo, desde los más à la mode hasta los más "de andar por casa". Además, en los muelles, hay montones de zonas perfectas para hacer un picnic y disfrutar de un buen rato al aire libre. Y no hay cosa más parisina que hacer un picnic en un muelle, como comprobarás por la cantidad de gente que se reúne tanto aquí como a orillas del Sena para picar algo, charlar e incluso tocar música.

Belleville

El barrio de Belleville es uno de los barrios más encantadores y bohemios de París, ¡y está en el distrito 20! No te pierda el parque de Belleville y sus increíbles vistas de París y de la Torre Eiffel. Explora las galerías de arte y la gran oferta de restaurantes de todas partes del mundo.


Parque de Buttes-Chaumont

Es el parque más grande y empinado de París. Situado en el distrito 19, cuenta con abundantes espacios verdes, una gran variedad de árboles y su toponimia imita un paisaje de montaña con rocas, acantilados y cascadas. Casi como hacer una excursión al campo, pero sin salir de París.

 

Más allá del Louvre y el D'Orsay: museos insólitos de París

Museo Cluny. Cosas que hacer en París. Museos curiosos.

Quienes viven en París, no solo visitan los museos más famosos de la ciudad, como el Museo del Louvre, el Museo de Orsay o el Museo Rodin... también pasan el rato en un sinfín de museos y galerías más modestos, pero también muy interesantes. He aquí algunos de ellos:

Museo de Montmartre 

Este bonito museo enclavado en el corazón de Montmartre recorre la historia del barrio y muestra cómo este tranquilo pueblecito se convirtió en el epicentro de la vida bohemia y artística. ¡No te pierdas el pequeño viñedo del museo! 
 

Museo de la Magia 

Ilusiones ópticas, juegos de espejos, trucos variados... todo eso y mucho más te ofrece el Musée de la Magie. Situado en el polifacético barrio de Le Marais, es una alternativa divertida (o un añadido simpático) a los museos y los recorridos más tradicionales de la zona.


Museo Cluny de la Edad Media

En pleno barrio latino, el Museo Nacional de la Edad Media se encuentra en un enclave increíble: unos baños galo-romanos, que datan del siglo II, y el gótico Hôtel de Cluny, del siglo XV. Su colección contiene algunas de las piezas de orfebrería, tapices y vidrieras más valiosas y bellas de toda la Europa medieval.

 

Más allá de la baguette y el croissant: costumbres de lo más parisinas

Mercados de París. Planes diferentes en París. Vida parisina auténtica.

Por último, te contamos algunos secretos sobre hábitos y costumbres parisinas para que consigas mezclarte con la población local sin que se te note demasiado que en realidad solo estás de visita. 

  • Recuerda que la educación y los buenos modales son primordiales en París, así que no olvides decir "bonjour", "pardon", "merci" y "au-revoir" siempre que hables con alguien.
  • Los medios de transporte público también tienen sus normas de etiqueta, síguelas y creerán que eres de París de toda la vida: cuando el metro esté demasiado lleno, no te sientes en los asientos abatibles; para ahorrar espacio, levántate y pliega tu asiento.
  • No olvides situarte a la derecha de las escaleras mecánicas si no vas a subir o bajar por ellas. Quienes van con prisa usan el lado izquierdo para ganar algo de tiempo.
  • ¿Busca un lugar auténtico para comer? Solo tienes que evitar los barrios turísticos y los restaurantes con banderas de todo el mundo. Puede que te cueste más entender la carta, que estará solo en francés, pero seguro que con el móvil te apañas.
  • En París, el aperitivo (apéro) suele tomarse antes de cenar, normalmente al salir de trabajar. Lo más típico es tomarse un pastis (anís), un Kir (cóctel típico a base de licor de grosella y vino blanco) o una copa de vino con algo de embutido, frutos secos y encurtidos. 
  • Algunas cosas que no deberías irte sin probar: las crepes (dulces y saladas; las de trigo sarraceno de estilo bretón se llaman galettes), una buena tabla de quesos, unos vinos de la tierra e incluso una copa de champán.
  • Si vas a cocinar en tu estancia en París, busca el mercado de productos frescos más cercano a tu alojamiento, seguro que tienes uno al lado. No hay nada más parisino que comprar frutas y verduras en los mercados de barrio, como el Marché d'Aligre o el Marché des Enfants-Rouges.

 

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